domingo, 12 de julio de 2009

doom desire

Irónico, es como defino esto. Eh, pero no en el mal sentido. Cierto es que no estoy fino, mi "ser" es ahora difuso. Lo suficientemente difuso como para que sólo veas un tránslucidez, nada como es. ¿Pero que quieres? Me gusta protegerme. Sigo son acostumbrarme a las cadenas que nos atan y decirte las cosas con claridad, sólo supondría otra cadena más sobre mi cansado cuello.

Porque sé que en tu vida, al igual que en otras tantas, tengo un papel muy claro. Y no es lo que yo bucaba. Pero, diablos, quién soy yo para cambiar nada. Quizá, quizá dicen los pensadores, quizá podamos cambiar nuestro mundo. ¿Pero qué mundo voy a cambiar yo, si mi fuero interno no es mas que una ruina? Y tú, reflejo en el espejo, de soledad hueca estás colmada pero... ¿de que sirve que te diga que yo estaría dispuesto? Si no va a cambiar nada. Si todo seguira siendo grisáceo. Porque yo... porque yo, soy yo. Justicia, sombra, número maldito, deslumbrante blanco. Y nada tengo que pudiera ser de útil a los demás.

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